viernes, 6 de marzo de 2015

EL TEATRO ANTERIOR A 1939. TENDENCIAS, AUTORES Y OBRAS

    A lo largo de la primera mitad del siglo XX, la afición por el teatro en España va en aumento. Podemos dividir en dos frentes la producción dramática de este periodo:

1. EL TEATRO COMERCIAL

   Engloba los siguientes subgéneros:

- El género chico, dirigido al público popular, agota sus recursos y se fragmenta en múltiples fórmulas comerciales: parodias de óperas y zarzuelas, operetas, revistas, espectáculos eróticos, etc. Dentro del  teatro cómico, hemos de destacar las comedias de costumbres (tuvieron mucho éxito las obras de los hermanos Quintero, “El patio” y “Las de Caín”) y los sainetes de Carlos Arniches, “El santo de la Isidra” o “La señorita de Trevélez (tragedia grotesca). Muñoz Seca crea el “astracán”: La venganza de don Mendo

- La alta comedia decimonónica deriva en la comedia burguesa, la cual también se puebla de personajes refinados que dialogan brillantemente en ambientes reconocibles para el público burgués. Destaca JACINTO BENAVENTE, quien criticó la hipocresía y los convencionalismos sociales, pero sin traspasar lo considerado de buen gusto, en "Los intereses creados", "Señora ama" o "La malquerida".

- El teatro en verso modernista intenta aproximar el género dramático a la poesía lírica. Con los años, triunfa un teatro histórico en verso, que renuncia al cosmopolitismo modernista para replegarse en el más puro casticismo. Se recrean asuntos de la historia nacional y se utiliza un verso sonoro, efectista y retórico. Destacan Eduardo Marquina, "Las hijas del Cid", "Doña María la Brava", "En Flandes se ha puesto el sol" o Francisco Villaespesa, “Doña María de Padilla”


2. EL TEATRO INNOVADOR

    Algunos escritores teatrales intentan renovar la escena teatral española, con poco éxito comercial. Dentro de este grupo podemos distinguir:

2.1. La Generación del 98: quisieron llevar su afán regeneracionista e innovador también al teatro. Destacan las obras de los hermanos Machado ("La Lola se va a los puertos..."), Azorín (“Brandy, mucho brandy”) y, especialmente, de Miguel de Unamuno y Ramón María del Valle-Inclán.

-MIGUEL DE UNAMUNO: Es el suyo un teatro intelectual, próximo al ensayo, que ni busca ni alcanza el éxito comercial. Influido en sus primeras obras por la estética simbolista, su ideal dramático se aproxima después al de los trágicos griegos. Tiende, por tanto, a la simplificación dramática, reduciendo al mínimo la intriga, los personajes y la escenografía. "Fedra", "El otro", "El hermano Juan".

-RAMÓN DEL VALLE-INCLÁN: Su producción dramática, de radical originalidad, se divide en cuatro etapas

A) Etapa decadentista. Da sus primeros pasos como dramaturgo con  "Tragedia de ensueño", "Comedia de ensueño", "El yermo de las almas"...

B) Etapa del primitivismo.  Ensaya un camino propio con una de las orientaciones del Modernismo: el primitivismo. La violencia, la crueldad y la barbarie quedan reflejadas en las dos "Comedias bárbaras" de este período: "Águila de blasón", "Romance de lobos". Los antecedentes de esta historia los dramatiza el autor años después en "Cara de Plata". 

C) Etapa del distanciamiento artificioso. Se trata de experimentos dramáticos en los que el escritor crea un mundo artificioso, muy literario y estilizado. Obras de este período son: "Cuento de abril", "Voces de gesta", "La marquesa Rosalinda", "El embrujado", "Farsa infantil de la cabeza del dragón"...

D) Etapa de los esperpentos. En esta etapa publica "Farsa italiana de la enamorada del rey", "Farsa y licencia de la reina castiza", "Divinas palabras" y "Luces de bohemia".
     La definición de lo que es un esperpento, aparece en “Luces de bohemia”, en boca de su protagonista Max Estrella: “deformación sistemática de la realidad”. Por medio de esta deformación Valle-Inclán critica despiadadamente la situación de España.
     La siguiente pieza a la que el autor gallego denomina esperpento es "Los cuernos de don Friolera". Los otros dos esperpentos que integran "Martes de carnavalson "Las galas del difunto", "La hija del capitán".
  Otros cuatro breves experimentos dramáticos compuso Valle-Inclán por estos años, reunidos en "Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte".

2.2. Vanguardias. Ramón Gómez de la Serna escribe “Los medios seres”

2.3.  La Generación del 27. Los poetas del la Generación del 27 que se dedicaron al teatro se propusieron tres objetivos:

- Quieren romper con el teatro  burgués, conservador y  comercial
- Tratan de acercar el teatro al pueblo llano (García Lorca crea una compañía teatral llamada La Barraca)
- Pretenden incorporar las tendencias vanguardistas.


      Dentro de este grupo tiene un papel destacado la labor de Federico García Lorca, cuyo afán renovador le llevó a experimentar con formas teatrales diversas: el teatro en verso modernista (Mariana Pineda), el teatro de marionetas (Los títeres de la Cachiporra), las farsas para personas (La zapatera prodigiosa)… Durante los años 30, su deseo de experimentación dramática lo llevó por dos caminos distintos: el teatro vanguardista próximo al Surrealismo (El Público, Así que pasen cinco años) y el teatro realista, en el que se reiteran temas como la libertad frente a la autoridad, el erotismo enfrentado a las normas sociales, la esterilidad, la marginación social de las mujeres, etc. García Lorca demuestra su maestría en el manejo de los elementos simbólicos o de los recursos de la tragedia griega. De este periodo destacan estas cuatro obras. La casa de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de sangre y Doña Rosita la soltera

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