sábado, 28 de febrero de 2015

CORRECCIÓN DEL COMENTARIO DEL EXAMEN

  Está amaneciendo. Es la hora de los pájaros. A los colegios e institutos llegan en bandadas niños y chavales cargados con sus mochilas. Ellos no lo saben, pero todos se dirigen a la isla del tesoro. Puede que ignoren dónde está ese mar y en qué consiste la travesía y qué clase de cofre repleto de monedas de oro les espera realmente. El patio del colegio se transforma, de repente, en un ruidoso embarcadero. Desde ese muelle lleno de mochilas cada alumno abordará su aula respectiva, que, si bien no lo parece, se trata de una nave lista para zarpar cada mañana. En el aula hay una pizarra encerada donde el profesor, que es el timonel de esta aventura, trazará todos los días el mapa de esa isla de la fortuna. Ciencias, matemáticas, historia, lengua, geografía: cada asignatura tiene un rumbo distinto y cada rumbo un enigma que habrá que descifrar. La travesía va a ser larga, azarosa, llena de escollos. Muchos de estos niños y chavales tripulantes nunca avistarán las palmeras, unos por escasez de medios, otros por falta de esfuerzo o mala suerte, pero nadie les puede negar el derecho a arribar felizmente a la isla que señalaron los mapas como final de la travesía. Ese mar está infestado de piratas, que tienen su santuario en la caverna del Gobierno. Todas las medidas que un Gobierno adopte contra el derecho de los estudiantes a realizar sus sueños, recortes en la educación, privilegios de clase, fanatismo religioso, serán equivalentes a las acciones brutales de aquellos corsarios que asaltaban las rutas de los navegantes intrépidos, los expoliaban y luego los arrojaban al mar. De aquellos pequeños expedicionarios que embarcaron hacia la isla del tesoro solo los más afortunados llegarán a buen término. Algunos soñarán con cambiar el mundo, otros se conformarán con llevar una vida a ras de la existencia. Cuando recién desembarcados pregunten dónde se halla el cofre del tesoro, el timonel les dirá: estaba ya en la mochila que cargabais al llegar por primera vez al colegio. El tesoro es todo lo que habéis aprendido, los libros que habéis leído, la cultura que hayáis adquirido. Ese tesoro, que lleváis con vosotros, no será detectado por ningún escáner, cruzará libremente todas las aduanas y fronteras, y tampoco ningún pirata os lo podrá nunca arrebatar.

Manuel Vicent, "Tesoro", EL PAÍS, 13 de octubre de 2013

En la redacción del TEMA y del RESUMEN, estas son las dos ideas más destacadas del texto:
a) El autor construye una metáfora por la cual se equipara la formación académica que reciben los alumnos de colegios e institutos con una travesía marítima en busca de un tesoro al que tienen derecho.

b) El Gobierno, como los piratas, obstaculiza este camino de aprendizaje por medio de los recortes educativos.

COMENTARIO LINGÜÍSTICO Y ESTILÍSTICO

  Nos encontramos ante un texto perteneciente al género periodístico de la columna de opinión, en el que se mezcla la variedad discursiva de la argumentación con fragmentos narrativos y descriptivos. 

  La estructura argumentativa es inductiva: partimos de una escena inicial, en la que se narra la llegada de los alumnos a los centros escolares, la cual da pie a realizar una reflexión sobre el derecho a la formación académica de los estudiantes. La tesis se enuncia más adelante: el Gobierno vulnera este derecho con los recortes.

  En el fragmento narrativo, encontramos un narrador en 3º persona, externo y omnisciente. Se trata de una narración en tiempo verbal presente, con valor actual: la acción se desarrolla ante nuestros ojos (Está amaneciendo. Es la hora de los pájaros). Después, la reflexión se traslada al futuro (Muchos de estos niños y chavales tripulantes nunca avistarán las palmeras). Lo más destacado es el lenguaje metafórico, por el que se equipara la formación académica que reciben los alumnos con la travesía marítima en busca de un tesoro al que tienen derecho (destaca, en este sentido, la referencia literaria a "La isla del tesoro" de Stevenson). Para construir esta metáfora se mezclan dos campos semánticos: el de la vida en el mar (isla,
cofre, embarcadero, zarpar, etc.) y el de la vida escolar (mochilas,patio del colegio,aula, etc.). 

  El autor selecciona un registro culto, que destaca por la precisión en el uso del lenguaje y por la subjetividad. La precisión se percibe en el empleo de un vocabulario variado (con algún coloquialismo: "chavales") y en la complejidad de las estructuras sintácticas: se comienza con oraciones simples ( Está amaneciendo. Es la hora de los pájaros) para continuar con oraciones subordinadas, que desarrollan las ideas con mayor detalle. Destacan las oraciones subordinadas de relativo (el profesor, que es el timonel de esta aventura, trazará todos los días el mapa de esa isla de la fortuna) o las coordinadas distributivas 
(unos por escasez de medios, otros por falta de esfuerzo o mala suerte). 
   La subjetividad se manifiesta en la adjetivación valorativa ( ruidoso embarcadero...La travesía va a ser larga, azarosa, llena de escollos) y en la creación de un estilo literario en el que hallamos metáforas, enumeraciones y asíndeton (La travesía va a ser larga, azarosa, llena de escollos...Ciencias, matemáticas, historia, lengua, geografía).

   Las funciones del lenguaje predominantes son la representativa, pues el autor trata de reflejar una realidad; la poética y la apelativa, perceptible en el uso de la 2º persona del plural en la reproducción de las palabras del profesor en estilo directo (estaba ya en la mochila que cargabais al llegar por primera vez al colegio. El tesoro es todo lo que habéis aprendido, los libros que habéis leído, la cultura que hayáis adquirido...)

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