viernes, 6 de febrero de 2015

TEMA: LA GENERACIÓN DEL 27

1. INTRODUCCIÓN AL CONTEXTO HISTÓRICO
   
  En 1929 tiene lugar la Gran Depresión: una profundísima crisis económica de alcance mundial. Comenzó como una crisis en el mercado de acciones y en las finanzas que llevó a la bancarrota a la Bolsa de Nueva York. Del sector financiero se transmitió a la industria y, desde EEUU, al resto del planeta. Se extiende el sentimiento antiimperialista y se considera que el viejo liberalismo había muerto. Frente a él aparecían otras opciones: por un lado, el comunismo; por otro lado, el capitalismo acabó aceptando la terapia reformista de la socialdemocracia, y se propagó la epidemia fascista: en Alemania (con la Italia de Mussolini como referencia) llega al poder Hitler.

    En el ámbito de la cultura, la renovación que habían supuesto las Vanguardias perduró más allá de las aportaciones de cada escuela o círculo de artistas. Desde finales de los años 20 y hasta la Segunda Guerra Mundial, el movimiento vanguardista más significativo es el Surrealismo

     En España, la proclamación de la República el 14 de abril de 1931 fue recibida con alborozo. El reformismo moderado se manifiesta durante los primeros años; no obstante, las fuerzas conservadoras logran el triunfo en las lecciones de 1933: comienza el Bienio negro (1934-1936). Se convoca en octubre de 1934 una huelga general en Asturias, pero los trabajadores acaban siendo vencidos. En las elecciones de 1936, la victoria del Frente Popular exaspera a la oligarquía y los sectores más reaccionarios buscan que el Ejército se atreva a intervenir. Efectivamente, en 1936, se produce el golpe de Estado, pero fracasa y el levantamiento de los golpistas acaba por producir el estallido de una larga guerra civil.

2. LA GENERACIÓN DEL 27

   El conjunto de poetas que forman la generación del 27 desarrolla una poesía que, sin estar sometida a una estética prefijada, comparte un mismo espíritu en temas y estilo.

   La vinculación entre los diversos miembros del grupo poético del 27 es bastante estrecha. Esta afinidad viene dada por diversas circunstancias: su parecida procedencia social, la profunda vocación literaria de todos, la habitual colaboración en las mismas revistas poéticas, la convivencia de todos ellos en la Residencia de Estudiantes, la semejante actividad profesional de algunos, etc. Socialmente, provienen de la burguesía acomodada. Casi todos tienen estudios universitarios, conocen idiomas, viajan... Muchos vivirán profesionalmente de la literatura como profesores, editores, impresores o críticos. 

  Muy importante para la difusión de sus poemas es la proliferación de las revistas literarias, como Mediodía, Litoral, Gallo, Verso y Prosa... Entre las muchas que se publican destacan, sobre todo, La Gaceta Literaria y la Revista de Occidente.  


NÓMINA DE AUTORES (por orden de edad): Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Emilio Prados, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre.  Hay que matizar que, en esta época, Dámaso Alonso es más crítico que poeta, faceta en la que destacará después de la guerra. También debe decirse que no está clara la inclusión de Miguel Hernández en el grupo: Dámaso Alonso lo llamó el “genial epígono”. 


2.1. CLAVES COMUNES DE LOS POETAS DEL 27

A)  Luis de Góngora:

   La estrecha vinculación de los integrantes de la llamada “generación del 27” con el poeta culterano por excelencia, don Luis de Góngora, es evidente desde su propia denominación, ya que la elección de esta fecha tiene su origen en que el 16 de diciembre de 1927 se reúnen en el Ateneo de Sevilla  con el fin de rendirle un polémico homenaje al cumplirse el tercer aniversario de su muerte. Los asistentes deciden publicar las obras del canónigo andaluz a través de la “Revista de Occidente” (la más conocida de las ediciones será la de las “Soledades” de Dámaso Alonso), pero también dedicarle diversos estudios teóricos para ahondar en la comprensión de un autor en el que ven al escritor puro que consagra su vida a la creación poética autónoma, una especie de adelantadísimo precursor de las vanguardias. De la estética gongorina les interesa la importancia que adquieren la metáfora y la imagen en la creación un mundo de belleza absoluta al margen de la realidad, principio estético que perciben muy cercano a los postulados creacionistas y ultraístas.

 B) Poesía pura: 

    Se comprueba en los versos de los jóvenes el esfuerzo de depuración formal, la supresión de la anécdota, la búsqueda de la precisión expresiva, la eliminación de todo patetismo, la tendencia a la intelectualización. La influencia del poeta francés Paul Valéry es, en este sentido, muy importante, como lo es aún más el magisterio lírico de Juan Ramón Jiménez y su consciente elaboración de la poesía desnuda. 

C) Neopopularismo: 

    Es importante el uso por parte de algunos poetas del 27 (Rafael Alberti, García Lorca) de formas y ritmos (romances, seguidillas, villancicos, canciones paralelísticas...) y de diversos procedimientos estilísticos (repeticiones, paralelismos, diminutivos...) propios del folclore y de la poesía tradicional. Y no solo es el folclore vivo el que fecunda esta poesía, sino también el Romancero viejo, los cancioneros tradicionales, las cancioncillas de Gil Vicente o Juan del Encina, los versos populares de Lope de Vega, todo lo cual llega a conocimiento de los jóvenes poetas gracias a la labor de rescate de la poesía tradicional llevada a cabo por filólogos e historiadores. 

D) Importancia de las vanguardias: 

    La impronta Surrealista se advierte de forma intensa en bastantes de ellos; ecos futuristas se observan también por doquier (dedican poemas a máquinas de escribir, a bombillas, a aviones...); el interés por el cine es muy destacado. Una de las características básicas de esta poesía es el papel central de la metáfora y la imagen, entendidas al modo ultraísta y creacionista como el acercamiento insospechado entre dos objetos alejados, que establece entre ellos una relación nueva y sorprendente. 
    Los elementos vanguardistas pasan a integrarse en una concepción de la poesía más abierta que busca el equilibrio entre tradición y vanguardia. 


2.3. ETAPAS

·   1. Primera etapa (hasta 1927): La poesía pura de Juan Ramón Jiménez y la influencia del Creacionismo y el Ultraísmo serán las bases formales de este primer momento, en la línea  de las ideas que recoge Ortega en La deshumanización del arte.

·    2. Segunda etapa (1928-1936): Prospera una paulatina rehumanización. El Surrealismo influye en esta nueva tendencia, junto a la revista Caballo verde para la poesía de Pablo Neruda. La poesía humanizada intenta expresar la angustia del ser humano o su compromiso social y política.

·   3. Tercera etapa (Tras la guerra): En los primeros días de la guerra, Lorca murió asesinado, y, al terminar la contienda, la mayor parte del poetas del 27 marcharon al exilio. En España sólo permanecieron Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre.
          A partir de este momento, cada poeta siguió un camino distinto, aunque todos continuaron creando una poesía de hondo calado humano, que refleja la angustia existencial y las preocupaciones éticas y sociales. Tras la muerte de Franco, los únicos que seguían vivos entre los exiliados, Guillén y Alberti, regresaron a España; en 1977 le fue otorgado el Premio Nobel a Aleixandre: se lograba así un reconocimiento extensible a todo el grupo poético.

2.4. AUTORES Y OBRAS

1. PEDRO SALINAS
  
   Suelen distinguirse tres etapas dentro de su producción lírica:

a) Una etapa inicial, que comprendería tres libros: Presagios, Seguro azar, Fábula y signo. En esta época, Salinas cultiva una poesía en línea de la pureza estética de Juan Ramón Jiménez, sin que falten en ella abundantes elementos futuristas.

b)  La etapa de madurez artística consta también de tres poemarios: La voz a ti debida, Razón de amor, Largo lamento. Los tres forman un ciclo amoroso: si La voz a ti debida es el mutuo descubrimiento gozoso de los amantes, Razón de amor expresa la tristeza y nostalgia por el amor acabado y Largo lamento, el dolor y la resignación ante el imposible reencuentro.

c) La tercera etapa sería la de la época del exilio y a ella pertenecen otros tres libros: El Contemplado, Todo más claro, Confianza.

   La poesía de Pedro Salinas funde de forma peculiar lo intelectual y lo sentimental. Aunque se aleja del patetismo romántico, busca ahondar en las emociones profundas, pero en todo momento más como una experiencia intelectual que pasional.

2. JORGE GUILLÉN

  Cántico, Clamor y Homenaje quedan reunidos en 1968 en un único libro, Aire nuestro. Sin embargo, su larga vida aún le permite componer dos libros más, Y otros poemas, Final.
   Guillén ha sido siempre considerado el más fiel representante dentro de los poetas del 27 del ideal de la poesía pura.


3. GERARDO DIEGO

    En su obra alternan desde el vanguardismo más radical hasta el neopopularismo, el neogongorismo y los moldes clasicistas. Él mismo distingue dos vertientes, lo tradicional y lo vanguardista.

  De su poesía vanguardista deben destacarse Imagen, Limbo, Manual de espumas, Fábula de Equis y Zeda.   Su poesía tradicional cuenta también con títulos muy tempranos: El romancero de la novia, Soria, Versos humanos. Posteriores y de índole religiosa son Viacrucis, ángeles de Compostela. Quizás su libro de poesía tradicional más destacado sea Alondra de la verdad.


4. VICENTE ALEIXANDRE

a) Poesía anterior a la guerra civil: hasta 1963 publicó cuatro libros (Ámbito, Pasión de la tierra, Espadas como labios, La destrucción o el amor). Salvo Ámbito- todavía en la línea de la poesía pura juanramoniana-, el resto de los poemarios se encuentran muy influidos por el Surrealismo. Son versos que expresan sus ansias de fusión con la naturaleza, a veces bordeando la sensación gozosa, a veces la conciencia de la pura aniquilación.

b) Poesía de las primeras décadas de la posguerra: tras la Guerra Civil, sigue publicando numerosos poemarios, entre los que descuellan Sombra del paraíso e Historia del corazón.

c) Poesía de senectud: Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento. 


5. FEDERICO GARCÍA LORCA 

    Los temas centrales de la poesía de Lorca (la frustración, el amor, la muerte y la rebeldía) aparecen ya en Libro de poemas.

   Entre 1921 y 1924, compuso tres libros: Poemas del cante jondo, Suites, Canciones. En Poema del cante jondo los temas del amor y la muerte, en el ambiente de una Andalucía trágica y legendaria, se expresan con versos cortos en los que el ritmo popular y la musicalidad sirven de soporte a la gravedad y a la densidad dramática.

   Entre 1924 y 1927 compone su Romancero gitano. Se aúnan en él la tradición culta, la audacia vanguardista y los ritmos populares. Las historias poetizadas, cuyos personajes son gitanos en un ambiente andaluz, encubren una visión de la vida en clave mítica, marcada por un destino trágico de resonancias clásicas. Este mundo mítico alcanza una gran fuerza expresiva con el uso de diversos símbolos (luna, sangre, agua, caballo, flores, metales...), cuyo poder de sugerencia y halo de misterio dan a la poesía lorquiana esa dimensión trascendente, que procede de la impresión de que existe una realidad que nunca se consigue comprender del todo.

  Los poemas que compuso a raíz de su estancia en EEUU se publicaron póstumamente con el título de Poeta en Nueva York. Hay en ellos una implacable denuncia de la sociedad capitalista; pero, además, el poeta proyecta en ese ambiente de insolidaridad sus conflictos personales: el desarraigo afectivo, la pérdida de identidad, la proclamación de su amor homosexual... La influencia del Surrealismo se advierte en la libertad expresiva, en la desinhibición erótica, en la utilización de imágenes visionarias y metáforas audaces, en el hermetismo de muchos versos.

  Durante los años 30, la poesía de Lorca busca nuevos caminos: Diván de Tamarit , Seis poemas galegos, Sonetos del amor oscuro, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.


6. RAFAEL ALBERTI

a)      Los libros iniciales: Marinero en tierra es su primer libro: en él se aúna la tradición popular con la estilización vanguardista. La amante y El alba del alhelí insisten en la reinterpretación vanguardista de la tradición con un tono alegre y a veces burlón, pero con cierto trasfondo de melancolía.

b)  Época vanguardista: Atrevida fusión de gongorismo y vanguardia es Cal y canto. Los grandes cómicos del cine mudo son la base argumental de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos. Sobre los ángeles es la expresión poética de su desconcierto existencial, que se plasma tanto en estrofas de arte menor y aire tradicional como en largos versículos surrealistas.

c)   Poesía durante la República: Durante la guerra es Alberti uno de los intelectuales más activos del bando republicano: escribe entonces una “poesía de urgencia” que alienta a los combatientes o satiriza a los enemigos. Un libro destaca entre los de la época: Madrid, capital de la gloria.

d)  La poesía del exilio: La rememoración de su infancia y juventud alcanza sus más logrados frutos poéticos en Retornos de lo vivo lejano. Con Baladas y canciones del Paraná vuelve al ritmo de la canción popular para describir la naturaleza y vida argentinas.  


7. LUIS CERNUDA

   Antes de la guerra civil, Cernuda ya había compuesto diversos poemarios, que reunió en 1936 en un único volumen con el título de La realidad y el deseo.

    A partir de entonces, irá presentando sus obras poéticas como secciones sucesivas de un gran libro. La primera de ellas es Las nubes, un poemario marcado por la guerra y el destierro. Se sumerge en la poesía inglesa, que le lleva a huir de los recursos brillantes, del conceptismo, de los juegos verbales y de la riqueza de imágenes, prefiriendo el lenguaje hablado y el tono coloquial.

    Antes de partir a América, Cernuda escribe Como quien espera el alba, donde medita sobre sí mismo y la existencia humana, utilizando con frecuencia el monólogo dramático en segunda persona. Entre Inglaterra y EEUU compone Vivir sin estar viviendo, cuyos poemas ofrecen el desánimo y aislamiento del poeta. Enlazando con la sobria reflexión de este libro, Cernuda escribe Con las horas contadas, pero ahora las vivencias de México le llevan a disfrutar de nuevo del mundo meridional hispánico y, sobre todo, se reencuentra con el amor.

   El último libro de Luis Cernuda es Desolación de la quimera, libro de recapitulación y despedida.


8. MIGUEL HERNÁNDEZ

   El estilo gongorino caracteriza el primer libro de Miguel Hernández, Perito en lunas. En 1936 publica El rayo que no cesa, libro compuesto fundamentalmente de sonetos en los que pule los excesos retóricos de su obra anterior.


   La rehumanización poética se acentúa en la poesía compuesta durante la guerra civil. Es la hora del compromiso político de Viento del pueblo; en El hombre acecha los presentimientos de la derrota cargan de pesadumbre unos versos en los que se expresa de modo cada vez más personal. También la forma, más simple y esencial, anticipa el estilo de su último libro, Cancionero y romancero de ausencias.

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