CONTEXTO HISTÓRICO
La literatura después de la Guerra Civil atraviesa
por diferentes etapas que se vinculan a los distintos acontecimientos y
circunstancias históricas. España vive
bajo la dictadura del general Franco y esto tiene las siguientes consecuencias
para el país: el aislamiento
internacional, la represión
política de los vencidos y una férrea
censura.
El aislamiento internacional fue mitigándose a lo largo de
los años posteriores y, durante la década de
los años 50, se inicia una tímida apertura hacia el exterior; asimismo, empieza a
despuntar el desarrollo económico que mejorará las condiciones de vida de la población, a pesar de que implica sacrificios
(emigración, control de los movimientos obreros…). Se trata de un desarrollo
económico que no conlleva cambios
políticos en el país.
Con el fallecimiento
del dictador, el Régimen se
derrumbó y empezó un período de transición pacífica, con la reinstauración de la monarquía en la figura del rey Juan Carlos I; el proceso culmina con la implantación
de un sistema democrático, la celebración de elecciones libres y la
aprobación de la Constitución de 1978.
A pesar de que
la transición fue pacífica no desaparecieron problemas como el terrorismo, el
golpismo y la corrupción.
1. LA NOVELA EN LOS
AÑOS 40: LA NOVELA EXISTENCIAL
El
ambiente de vacío y desorientación cultural propio de los años 40 es muy
acusado en el campo de la novela. Se ha roto con la tradición inmediata:
quedan prohibidas las novelas con contenido social o fuera de la ortodoxia
católica, así como las obras de los exiliados. Es una época de búsqueda.
1.1. La novela en el exilio
En el exilio publican sus novelas Max Aub, Rosa Chacel (Memorias de
Leticia Valle) y Ramón J. Sender
(Réquiem por un campesino español,
Crónica del alba)
1.2. La novela en España
Existen dos tendencias básicas:
a) Algunos autores, pertenecientes al bando vencedor y que ya habían
publicado antes de la guerra, gozaban del favor del régimen y hubieran
podido servir de puente entre ambas etapas (así, los falangistas Rafael García Serrano y Rafael
Sánchez Mazas), pero sus aportaciones fueron escasas o no tuvieron eco. Otros,
como Darío Fernández Flórez,
alcanzarían cierta resonancia dentro de un realismo tradicional.
b) Dos fechas suelen señalarse como indicios del arranque del
género de la novela
existencial: 1942, con La familia de Pascual Duarte,
de Cela, y 1944, con Nada, de Carmen Laforet. Estos dos novelistas
reflejan de forma cruda y amarga la vida cotidiana de posguerra (sus obras han
sido incluidas dentro de la corriente del tremendismo),
pero sin llegar a la denuncia social, cosa que la férrea censura hace
imposible. Sus grandes temas serán la soledad, la inadaptación, la muerte…
Autores y obras: Miguel Delibes, con La sombra del ciprés es alargada.
Gonzalo Torrente Ballester, con Los
gozos y las sombras.
2. LA NOVELA EN LOS
AÑOS 50: EL REALISMO SOCIAL (1950-1962)
La colmena (1951) de Camilo
José Cela, obra de protagonista colectivo, ambientada en un Madrid de posguerra
sumido en la miseria económica y moral, ha sido señalada como precursora
de la nueva corriente.
Esta corriente del realismo social
continúa adoptando un compromiso ético, un testimonio
crítico y una denuncia social, pero avanza en las innovaciones formales, pues
muchos novelistas recurren a las técnicas del cine y de la novela
norteamericana o neorrealista italiana, coetáneas suyas.
Dentro de la novela social es habitual
distinguir dos corrientes distintas:
a) El objetivismo: destaca la utilización de un narrador oculto,
como una cámara cinematográfica, que se limita a presentar los
hechos y dejar actuar a los personajes con diálogos constantes. La obra cumbre
de esta corriente es El
Jarama (1956), de Rafael Sánchez Ferlosio, en la que se refleja la falta de ilusión y de sentido en la
vida de unos jóvenes madrileños de clase trabajadora que pasan un domingo en un
merendero del río.
b) Realismo crítico: otra corriente, dentro de la novela social, sería el realismo crítico, que no se
limita a reflejar objetivamente la realidad, sino que pone de relieve las
miserias e injusticias con ánimo de denuncia. Una obra muy representativa de
esta tendencia sería La
mina, de Armando López
Salinas.
Autores y obras:
1. Jesús Fernández Santos
(1926-1987) inaugura, según la
crítica, el realismo social con su novela Los
bravos (1954), en la que
muestra la miseria de la posguerra en un pequeño pueblo controlado por un
cacique.
2. Ignacio Aldecoa
(1925-1969) fue también un gran
escritor de cuentos. Destaca por su compromiso ético, la verosimilitud de sus
historias y la precisión y belleza de su prosa. En sus obras narra el
dramatismo y la tensión del hombre en su lucha con la vida, el destino o el
trabajo. Obras: El fulgor y la
sangre (1954), Con el viento solano (1956); y Gran sol (1957).
3. Carmen Martín Gaite
(1925-2000) muestra en Entre visillos (1958) la opresión de las mujeres
bajo la losa de las estrictas convenciones sociales de la época.
4. Juan Goytisolo (1931) denuncia en varias de sus novelas de esta
época la absurda vida desocupada y abúlica de la juventud burguesa. Obras: Juegos de manos (1954), Duelo en el paraíso (1955); y La isla (1961).
5. Ana María Matute (1926) escribe en esta época Fiesta al noroeste (1953), Pequeño teatro (1954); y Primera memoria (1960).
3. LA NOVELA DEL EXPERIMENTALISMO
(1962-1975)
En 1962 se publica Tiempo
de Silencio de Luis Martín Santos, novela que ejerció una profunda influencia en los novelistas españoles
de la época; ese mismo año aparece La ciudad y los perros de
Mario Vargas Llosa, con la que se inicia el llamado “boom” de la narrativa
hispanoamericana, que deja una honda huella en algunos de los autores que
pretendían renovar la novela española; a esos propósitos renovadores
contribuyó también la lectura de los grandes novelistas del siglo XX (Proust, Joyce, Kafka, Faulkner, Nouveau
roman…).
El nuevo camino emprendido en la novela española de los años 60 se debe,
más que a cambios temáticos o de actitud, a la utilización de nuevas
técnicas y estructuras narrativas; se mantiene el compromiso social
y la actitud testimonial, pero se sustituyen las sencillas técnicas realistas
por otras más complejas, propias de la llamada novela experimental:
- La trama narrativa pierde importancia, el argumento se difumina, la acción es mínima y se mezclan sucesos
verosímiles con otros imaginarios.
- El personaje protagonista pasa a
ser el centro de la novela: se trata en muchas ocasiones de un ser
borroso e incompleto, mero sostén de un largo monólogo interior o
simple voz narrativa que orienta el punto de vista del relato. La libertad y la
experimentación se manifiestan en el flexible empleo de las personas narrativas
y en el fluctuante punto de vista que adoptan los
relatos.
- El espacio tiende a reducirse o
a desaparecer.
- Se evita el relato cronológicamente
lineal; la temporalidad se fragmenta al mezclar
los saltos atrás en el tiempo y las narraciones prospectivas, con lo que se
convierte el desorden cronológico en uno de los principios rectores
de la narración.
- La estructura de las novelas está a
veces pensada para crear la sensación de laberinto textual por
el que el lector ha de transitar; el final suele quedar abierto.
- El lenguaje se complica mediante todo
tipo de procedimientos (léxico rebuscado,
rupturas sintácticas, oraciones largas y complejas, lenguaje coloquial y
vulgar…)
- Se suprimen, en ocasiones, los signos de
puntuación o la división de la novela en capítulos, se usan distintos tipos de
letra, aparecen páginas en blanco, se incluyen dibujos o caligramas; estos
narradores utilizan técnicas novedosas como el contrapunto o
la estructura caleidoscópica, las corrientes de consciencia,
incorporación de textos no literarios, etc.
- Juan
Marsé, con Últimas tardes con Teresa (1966).
- Juan
Goytisolo, con Señas de identidad (1966)
- Miguel
Delibes, con Cinco horas con Mario (1967)
- Juan
Benet, con Volverás a Región (1967).
- Camilo
José Cela, con San Camilo 1936 (1969).
- Carmen Martín Gaite, con Retahílas (1974).
- Torrente
Ballester, con La saga/fuga de J.B., (1972).
Me ha servido de ayuda, tiene una extensión algo más larga de lo que se podría escribir en la EVAU (que es para lo que yo lo necesito), pero como referencia esta muy bien
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