1. INTRODUCCIÓN AL CONTEXTO HISTÓRICO
En
1929 tiene lugar la Gran Depresión: una profundísima
crisis económica de alcance mundial. Comenzó como una crisis en el mercado
de acciones y en las finanzas que llevó a la bancarrota a la Bolsa de Nueva
York. Del sector financiero se transmitió a la industria y, desde EEUU, al
resto del planeta. Se extiende el
sentimiento antiimperialista y se considera que el viejo liberalismo había
muerto. Frente a él aparecían otras
opciones: por un lado, el
comunismo; por otro lado, el
capitalismo acabó aceptando la terapia reformista de la socialdemocracia, y se propagó la epidemia fascista: en Alemania (con
la Italia de Mussolini como referencia) llega al poder Hitler.
En el ámbito de la cultura, la renovación que habían supuesto las Vanguardias perduró más allá de las aportaciones
de cada escuela o círculo de artistas. Desde
finales de los años 20 y hasta la Segunda Guerra Mundial, el movimiento
vanguardista más significativo es el Surrealismo.
En España,
la proclamación de la República el 14 de
abril de 1931 fue recibida con alborozo. El reformismo moderado se
manifiesta durante los primeros años; no obstante, las fuerzas conservadoras logran el triunfo en las lecciones de 1933:
comienza el Bienio negro
(1934-1936). Se convoca en octubre de 1934 una huelga
general en Asturias, pero los trabajadores acaban siendo vencidos. En
las elecciones de 1936, la victoria del Frente Popular exaspera a la
oligarquía y los sectores más reaccionarios buscan que el Ejército se
atreva a intervenir. Efectivamente, en
1936, se produce el golpe de Estado, pero fracasa y el levantamiento de los
golpistas acaba por producir el
estallido de una larga guerra civil.
2. LA GENERACIÓN DEL 27
El
conjunto de poetas que forman la generación del 27 desarrolla una poesía que,
sin estar sometida a una estética prefijada, comparte un mismo espíritu en
temas y estilo.
La
vinculación entre los diversos miembros del grupo poético del 27 es bastante
estrecha. Esta afinidad viene dada por diversas circunstancias: su parecida
procedencia social, la profunda vocación literaria de todos, la habitual
colaboración en las mismas revistas poéticas, la convivencia de todos ellos en
la Residencia de Estudiantes, la
semejante actividad profesional de algunos, etc. Socialmente, provienen de la burguesía
acomodada. Casi todos tienen estudios universitarios, conocen idiomas,
viajan... Muchos vivirán profesionalmente de la literatura como profesores,
editores, impresores o críticos.
Muy
importante para la difusión de sus poemas es la proliferación de las revistas literarias, como Mediodía,
Litoral, Gallo, Verso y Prosa... Entre las muchas que se publican
destacan, sobre todo, La Gaceta Literaria y la Revista
de Occidente.
NÓMINA DE AUTORES (por orden de
edad): Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo
Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Emilio Prados, Rafael
Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. Hay que matizar que, en esta
época, Dámaso Alonso es más crítico que poeta, faceta en la que destacará
después de la guerra. También debe decirse que no está clara la inclusión de
Miguel Hernández en el grupo: Dámaso Alonso lo llamó el “genial epígono”.
2.1. CLAVES COMUNES DE LOS POETAS DEL 27
A) Luis de Góngora:
La
estrecha vinculación de los integrantes de la llamada “generación del 27” con el poeta culterano por excelencia, don Luis de Góngora, es evidente desde
su propia denominación, ya que la
elección de esta fecha tiene su origen en que el 16 de diciembre de 1927 se reúnen
en el Ateneo de Sevilla con el
fin de rendirle un polémico homenaje al cumplirse el tercer aniversario de
su muerte. Los asistentes deciden publicar las obras
del canónigo andaluz a través de la “Revista de Occidente” (la
más conocida de las ediciones será la de las “Soledades” de
Dámaso Alonso), pero también dedicarle diversos estudios teóricos para ahondar
en la comprensión de un autor en el que ven al escritor puro que consagra su
vida a la creación poética autónoma, una especie de adelantadísimo precursor de
las vanguardias. De la estética
gongorina les interesa la importancia que adquieren la metáfora y la imagen en
la creación un mundo de belleza absoluta al margen de la realidad,
principio estético que perciben muy cercano a los postulados creacionistas y
ultraístas.
B) Poesía pura:
Se
comprueba en los versos de los jóvenes el
esfuerzo de depuración formal, la supresión de la anécdota, la búsqueda de la
precisión expresiva, la eliminación de todo patetismo, la tendencia a la
intelectualización. La influencia del poeta francés Paul Valéry es,
en este sentido, muy importante, como lo es aún más el magisterio lírico de Juan
Ramón Jiménez y su consciente elaboración de la poesía
desnuda.
C) Neopopularismo:
Es
importante el uso por parte de algunos
poetas del 27 (Rafael Alberti, García Lorca) de formas y ritmos (romances,
seguidillas, villancicos, canciones paralelísticas...) y de diversos
procedimientos estilísticos (repeticiones, paralelismos, diminutivos...)
propios del folclore y de la poesía tradicional. Y no solo es el folclore
vivo el que fecunda esta poesía, sino también el Romancero viejo, los
cancioneros tradicionales, las cancioncillas de Gil Vicente o Juan del Encina,
los versos populares de Lope de Vega, todo lo cual llega a conocimiento de los
jóvenes poetas gracias a la labor de rescate de la poesía tradicional llevada a
cabo por filólogos e historiadores.
D) Importancia de las vanguardias:
La impronta Surrealista se advierte de
forma intensa en bastantes de ellos; ecos futuristas se observan también por
doquier (dedican poemas a máquinas de escribir, a bombillas, a aviones...); el
interés por el cine es muy destacado. Una de las características básicas de esta poesía es el papel central
de la metáfora y
la imagen, entendidas al
modo ultraísta y creacionista como el acercamiento insospechado entre dos
objetos alejados, que establece entre ellos una relación nueva y sorprendente.
Los elementos vanguardistas pasan a
integrarse en una concepción de la poesía más abierta que busca el equilibrio entre tradición y vanguardia.
2.3. ETAPAS
· 1. Primera
etapa (hasta 1927): La poesía
pura de Juan Ramón Jiménez y la influencia del Creacionismo y el Ultraísmo
serán las bases formales de este primer momento, en la línea de las ideas
que recoge Ortega en La deshumanización del arte.
· 2. Segunda
etapa (1928-1936): Prospera una paulatina rehumanización. El Surrealismo influye en esta nueva
tendencia, junto a la revista Caballo verde para la poesía de
Pablo Neruda. La poesía humanizada intenta expresar la angustia del ser humano
o su compromiso social y política.
· 3. Tercera
etapa (Tras la guerra): En los primeros días de la guerra,
Lorca murió asesinado, y, al terminar la contienda, la mayor parte del poetas
del 27 marcharon al exilio. En España sólo permanecieron Gerardo Diego, Dámaso
Alonso y Vicente Aleixandre.
A
partir de este momento, cada poeta siguió un camino distinto, aunque todos
continuaron creando una poesía de hondo
calado humano, que refleja la
angustia existencial y las preocupaciones éticas y sociales. Tras la muerte
de Franco, los únicos que seguían vivos entre los exiliados, Guillén y Alberti,
regresaron a España; en 1977 le fue otorgado el Premio Nobel a Aleixandre: se
lograba así un reconocimiento extensible a todo el grupo poético.
2.4. AUTORES Y OBRAS
1.
PEDRO SALINAS
Suelen
distinguirse tres etapas dentro de su producción lírica:
a) Una etapa inicial, que
comprendería tres libros: Presagios,
Seguro azar, Fábula y signo. En
esta época, Salinas cultiva una poesía en línea de la pureza estética de
Juan Ramón Jiménez, sin que falten en ella abundantes elementos futuristas.
b) La etapa de madurez artística
consta también de tres poemarios: La
voz a ti debida, Razón de amor, Largo lamento. Los tres forman un ciclo
amoroso: si La voz a ti
debida es el mutuo
descubrimiento gozoso de los amantes, Razón
de amor expresa la tristeza y
nostalgia por el amor acabado y Largo
lamento, el dolor y la resignación ante el imposible reencuentro.
c) La tercera etapa sería la de la
época del exilio y a ella pertenecen otros tres libros: El Contemplado, Todo más claro,
Confianza.
La poesía de Pedro Salinas funde de
forma peculiar lo intelectual y lo sentimental. Aunque se aleja del
patetismo romántico, busca ahondar en las emociones profundas, pero en todo
momento más como una experiencia intelectual que pasional.
2.
JORGE GUILLÉN
Cántico, Clamor y Homenaje quedan reunidos en 1968 en un único
libro, Aire nuestro.
Sin embargo, su larga vida aún le permite componer dos libros más, Y otros poemas, Final.
Guillén ha sido
siempre considerado el más fiel representante dentro de los poetas del 27 del
ideal de la poesía pura.
3.
GERARDO DIEGO
En
su obra alternan desde el vanguardismo más radical hasta el neopopularismo, el
neogongorismo y los moldes clasicistas. Él mismo distingue dos vertientes, lo
tradicional y lo vanguardista.
De su poesía vanguardista deben destacarse
Imagen, Limbo, Manual de espumas, Fábula de Equis y Zeda. Su poesía tradicional cuenta
también con títulos muy tempranos: El
romancero de la novia, Soria, Versos humanos. Posteriores y de índole religiosa son Viacrucis, ángeles de Compostela.
Quizás su libro de poesía tradicional más destacado sea Alondra de la verdad.
4. VICENTE
ALEIXANDRE
a) Poesía
anterior a la guerra civil: hasta 1963
publicó cuatro libros (Ámbito,
Pasión de la tierra, Espadas como labios, La destrucción o el amor).
Salvo Ámbito- todavía en la línea de la
poesía pura juanramoniana-, el resto de los poemarios se encuentran muy
influidos por el Surrealismo. Son versos que expresan sus ansias de fusión
con la naturaleza, a veces bordeando la sensación gozosa, a veces la conciencia
de la pura aniquilación.
b) Poesía de
las primeras décadas de la posguerra: tras la Guerra Civil, sigue publicando
numerosos poemarios, entre los que descuellan Sombra del paraíso e Historia del
corazón.
c)
Poesía de senectud: Poemas
de la consumación y Diálogos del
conocimiento.
5.
FEDERICO GARCÍA LORCA
Los temas centrales de la poesía de
Lorca (la frustración, el amor, la muerte y la rebeldía) aparecen ya en Libro de
poemas.
Entre 1921 y 1924, compuso tres libros: Poemas del
cante jondo, Suites, Canciones. En Poema del
cante jondo los temas
del amor y la muerte, en el ambiente de una Andalucía trágica y legendaria, se
expresan con versos cortos en los que el ritmo popular y la musicalidad sirven
de soporte a la gravedad y a la densidad dramática.
Entre 1924 y 1927 compone su Romancero
gitano. Se aúnan en él la tradición culta, la audacia vanguardista
y los ritmos populares. Las historias poetizadas, cuyos personajes son gitanos
en un ambiente andaluz, encubren una visión de la vida en clave mítica, marcada
por un destino trágico de resonancias clásicas. Este mundo mítico alcanza una
gran fuerza expresiva con el uso de diversos símbolos (luna, sangre, agua,
caballo, flores, metales...), cuyo poder de sugerencia y halo de misterio dan a
la poesía lorquiana esa dimensión trascendente, que procede de la impresión de
que existe una realidad que nunca se consigue comprender del todo.
Los poemas que compuso a raíz de su estancia en EEUU se publicaron
póstumamente con el título de Poeta en Nueva York. Hay en ellos una implacable denuncia
de la sociedad capitalista; pero, además, el poeta proyecta en ese ambiente de
insolidaridad sus conflictos personales: el desarraigo afectivo, la pérdida
de identidad, la proclamación de su amor homosexual... La influencia del Surrealismo
se advierte en la libertad expresiva, en la desinhibición erótica, en la
utilización de imágenes visionarias y metáforas audaces, en el hermetismo de
muchos versos.
Durante los años 30, la poesía de Lorca busca nuevos caminos: Diván de
Tamarit , Seis poemas galegos, Sonetos del
amor oscuro, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
6. RAFAEL ALBERTI
a)
Los libros iniciales: Marinero en tierra es su primer libro: en él se aúna la tradición popular con
la estilización vanguardista. La
amante y El alba del alhelí insisten en la reinterpretación
vanguardista de la tradición con un tono alegre y a veces burlón, pero con
cierto trasfondo de melancolía.
b) Época vanguardista: Atrevida fusión de gongorismo y vanguardia
es Cal y canto.
Los grandes cómicos del cine mudo son la base argumental de Yo era un tonto y lo que he
visto me ha hecho dos tontos. Sobre
los ángeles es la expresión poética de su desconcierto existencial, que
se plasma tanto en estrofas de arte menor y aire tradicional como en largos
versículos surrealistas.
c) Poesía durante la
República: Durante la guerra es
Alberti uno de los intelectuales más activos del bando republicano: escribe
entonces una “poesía de urgencia” que alienta a los combatientes o satiriza a
los enemigos. Un libro destaca entre los de la época: Madrid, capital de la gloria.
d) La
poesía del exilio: La rememoración de su infancia y juventud alcanza sus
más logrados frutos poéticos en Retornos
de lo vivo lejano. Con Baladas
y canciones del Paraná vuelve
al ritmo de la canción popular para describir la naturaleza y vida argentinas.
7. LUIS CERNUDA
Antes de la guerra civil, Cernuda ya
había compuesto diversos poemarios, que reunió en 1936 en un único volumen con
el título de La realidad y
el deseo.
A partir de entonces, irá
presentando sus obras poéticas como secciones sucesivas de un gran libro. La
primera de ellas es Las
nubes, un poemario marcado por la guerra y el destierro. Se sumerge
en la poesía inglesa, que le lleva a huir de los recursos brillantes, del
conceptismo, de los juegos verbales y de la riqueza de imágenes, prefiriendo
el lenguaje hablado y el tono coloquial.
Antes
de partir a América, Cernuda escribe Como
quien espera el alba, donde
medita sobre sí mismo y la existencia humana, utilizando con frecuencia el
monólogo dramático en segunda persona. Entre Inglaterra y EEUU compone Vivir sin estar viviendo,
cuyos poemas ofrecen el desánimo y aislamiento del poeta. Enlazando con la
sobria reflexión de este libro, Cernuda escribe Con las horas contadas,
pero ahora las vivencias de México le llevan a disfrutar de nuevo del mundo
meridional hispánico y, sobre todo, se reencuentra con el amor.
El último
libro de Luis Cernuda es Desolación
de la quimera, libro de recapitulación y despedida.
8. MIGUEL HERNÁNDEZ
El estilo gongorino caracteriza el
primer libro de Miguel Hernández, Perito
en lunas. En 1936 publica El
rayo que no cesa, libro compuesto fundamentalmente de sonetos en los que
pule los excesos retóricos de su obra anterior.
La rehumanización poética se
acentúa en la poesía compuesta durante la guerra civil. Es la hora del
compromiso político de Viento
del pueblo; en El
hombre acecha los
presentimientos de la derrota cargan de pesadumbre unos versos en los que se
expresa de modo cada vez más personal. También la forma, más simple y esencial,
anticipa el estilo de su último libro, Cancionero
y romancero de ausencias.