1. CONTEXTO HISTÓRICO-LITERARIO
La civilización
liberal se derrumba con la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Europa se
hunde en una depresión económica que propicia el auge del fascismo; en cambio,
los EEUU experimenta un crecimiento económico que le permitirá situarse como la
primera potencia mundial. En 1917, estalla la revolución bolchevique de
Rusia: el objetivo era la revolución socialista mundial. Se funda la III
Internacional.
Durante la Primera Guerra Mundial, España se
mantuvo neutral. Pese a los beneficios empresariales obtenidos gracias
a dicha neutralidad, la población se empobreció y se intensificó la lucha
de clases, lo que culminó en la huelga general de 1917. En Barcelona,
grupos anarquistas pasaron a la acción directa y organizaron atentados, a lo
que respondió la patronal con bandas de pistoleros a sueldo. En 1920 se fundó
el Partido Comunista de España. A esta tensión social se añadieron las
consecuencias del anacrónico colonialismo español en el norte de África. Con el
golpe militar de Primo de Rivera, en 1923, termina la
Restauración
2. LAS VANGUARDIAS
Los diferentes movimientos vanguardistas se suceden en
Europa a un ritmo vertiginoso. Es un rasgo general de las vanguardias la
voluntad de experimentación, de desarrollar un arte nuevo, así como su hostilidad
hacia la tradición y la negación de todo valor al pasado artístico. Reaccionan,
en particular, contra la sensibilidad romántica, pues hacen gala de un
marcado antisentimentalismo. Los
vanguardistas son provocadores: desprecian
al gran público y a la burguesía, a la que buscan escandalizar con sus
actitudes insolentes y agresivas.
Las
diversas vanguardias suelen darse a conocer en las revistas literarias mediante
proclamas o manifiestos, en los que atacan lo que consideran el arte
oficial y defienden sus nuevas propuestas estéticas.
2.1. EL EXPRESIONISMO
Se distingue del resto de los movimientos vanguardistas en
que no niega la tradición artística, sino que acentúa los rasgos ya
existentes en el Naturalismo y en el Impresionismo. Su estética rechaza que
el arte sea una mera representación externa de la realidad, porque ha de revelar
la realidad interior, para lo cual se resaltan hasta la deformación
aquellos aspectos que expresan mejor las características físicas o psicológicas
de lo que se describe.
En
Alemania y en los países centroeuropeos y nórdicos es donde el
Expresionismo se desarrolla con mayor vigor. Algunos nombres de escritores
expresionistas que merecen destacarse son; Georg Trakl, Franz Werfel, Alfred
Döblin, Georg Kaiser, y, especialmente, Kafka. La influencia del
expresionismo será decisiva en la obra de los dramaturgos Valle Inclán y
Bertolt Brecht.
2. 2. EL FUTURISMO
El primer manifiesto futurista (1909) fue obra
del italiano Filippo Tommaso Marinetti. La exaltación de la acción y
de la violencia y el repudio del sentimentalismo revelan la
influencia de Nietzsche. Estas ideas, su entusiasmo por la guerra y su
nacionalismo, explican que Marinetti y otros futuristas terminaran
identificándose ideológicamente con el fascismo. Por el contrario, los
futuristas rusos se incorporan a la revolución bolchevique, en la que ven la
concreción social de sus ideales estéticos revolucionarios. El más importante
de todos ellos es Vladimir Maiakovski.
Como aportación
literaria del Futurismo, debe insistirse en que abre camino a los
sucesivos movimientos vanguardistas, propone liberar el lenguaje de
ataduras y cambia toda una mitología literaria al sustituir los objetos
consagrados por la tradición como expresión de la belleza por nuevos motivos
extraídos de la vida moderna: el automóvil, el avión, las locomotoras, las
fábricas, la luz eléctrica, los deportes, etc.
2. 3. EL CUBISMO
La literatura
cubista debe muchas de sus características a la pintura: fragmentación de la
realidad para reelaborarla creativamente, superposición o yuxtaposición
de planos, desdoblamiento del punto de vista... Los escritores
cubistas atienden a los aspectos visuales de los textos: tipos de letra,
especial disposición tipográfica de los versos... El caso extremo de
imbricación entre literatura y pintura lo constituyen los caligramas de
Apollinaire, en los que las letras del texto forman un dibujo alusivo al
contenido del mismo.
2.4. EL DADAÍSMO
Surge en Zurich cuando un grupo de emigrados organizan en el Cabaret Voltaire unas veladas de aniquilación estética, en las que componen poemas con palabras escogidas al azar o recitan al unísono sartas de sílabas sin sentido. El principal animador del grupo es el escritor Tristan Tzara.
Algunas
características del dadaísmo son: propensión al absurdo, exaltación de lo
ilógico y azaroso, regreso a la pureza infantil, búsqueda del primitivismo.
En un mundo dominado por la guerra y la destrucción, los dadaístas recurren a
la incoherencia absurda como modo de repulsa de la situación. Atacan los
principios de la razón, que habían dado lugar a la guerra: en adelante,
cualquier cosa puede ser una obra de arte, porque lo importante es el acto de
crearla o concebirla. Junto a Tzara, destaca Francis Picabia.
2.5. EL SURREALISMO. LA REHUMANIZACIÓN DE LAS VANGUARDIAS
De los
rescoldos del Dadaísmo nació, en los primeros años 20, un nuevo movimiento
vanguardista, denominado originalmente en francés Surréalisme. El
Surrealismo tuvo por principal impulsor al escritor francés André Breton,
quien redactó el primer manifiesto en 1924.
El interés por el subconsciente, por los sueños y
por los aspectos del pensamiento humano no sometidos a la lógica y a la razón
está relacionado con el conocimiento de las teorías de Freud y la doctrina
del psicoanálisis. La obra de arte debe ser, así, el lugar donde aflore
todo aquello que, reprimido por las normas morales o sociales, se encuentra
oculto en el interior de las conciencias.
Para conseguir un lenguaje en libertad, Breton propone la escritura
automática. El automatismo expresivo (apenas puesto en práctica de forma
absoluta, salvo en determinadas
condiciones, como cuando se alcanza un estado de trance a través de la hipnosis
o bajo la influencia de las drogas) tiene como consecuencia cierta renovación
estilística al dar entrada a asociaciones
insólitas de palabras, imágenes oníricas y visionarias, sorprendentes
metáforas, relaciones inadvertidas entre las cosas y los seres, además de
abrir el camino a nuevos temas, como el
mundo de los sueños y de la imaginación, la atracción por todo lo inquietante y
misterioso, la fascinación ante objetos extraños y seres enigmáticos, el gusto
por la magia y por los fetiches más insólitos, etc.
Junto con Breton,
otros escritores, también franceses, que se encuentran entre los principales
valedores iniciales de Surrealismo son Paul Éluard, Louis Aragon y Antonin
Artaud.
El Surrealismo contribuyó a la rehumanización de las vanguardias al poner el acento sobre aspectos como el compromiso social o la revolución moral.
El Surrealismo contribuyó a la rehumanización de las vanguardias al poner el acento sobre aspectos como el compromiso social o la revolución moral.
3. NOVECENTISMO
Se conoce como Novecentismo el movimiento cultural
que, en la segunda década del siglo XX, se
opone a cuanto se considera propio del ochocientos.
La decadencia del Modernismo
es patente: las nuevas revistas literarias preconizan una literatura diferente
que dé cauce a las nuevas inquietudes intelectuales. Una de estas revistas, la Revista de Occidente, fundada por
Ortega y Gasset en 1923, se convirtió en el órgano de expresión de la nueva
intelectualidad: los escritores ya no son bohemios que se ganan la vida con sus
artículos periodísticos, sino profesionales
(filósofos, científicos, filólogos, juristas...) sólidamente formados,
titulados universitarios, muchos de los cuales han seguido estudios en el
extranjero gracias a la actividad de la Junta de Ampliación de Estudios
o del Centro de Estudios Históricos. Estos orígenes explican muchas
de las características del Novecentismo:
a) Racionalismo
b)
Antirromanticismo
c) Defensa del
arte puro
d)
Aristocratismo intelectual
e) Estilo
cuidado
El papel de los escritores novecentistas no se
circunscribe a la actividad intelectual o artística, sino que pretenden también
influir en la realidad española de su tiempo, participando en la vida política
e identificándose con los ideales de
libertad, cultura y progreso. Se consideran europeístas.
Se convirtió en la imagen del intelectual de
referencia durante varios lustros. Entre sus numerosos ensayos cabe destacar Meditaciones
del Quijote, España invertebrada, El tema de nuestro tiempo, Ideas sobre la
novela, La deshumanización del arte y La rebelión de las masas.
En La deshumanización del arte realiza un análisis sociológico
del arte de vanguardia. Para él el arte nuevo "divide al público en
estas dos clases de hombres: los que lo entienden y los que no lo
entienden". Eso explica el carácter minoritario y antipopular del arte
nuevo y, por tanto, que cuente con el rechazo de la masa. Es un arte hermético,
intelectual, antirromántico y antirrealista. Debe ser un arte puro alejado
de la psicología, de la sociología, de la vida y de las experiencias
personales. En este proceso de pureza y deshumanización, el principal recurso del poeta es la metáfora, puesto que supone
siempre una desrealización. Al alejarse de la realidad, el arte se
convierte en un juego intrascendente que causa placer por sí mismo.
2. GABRIEL
MIRÓ
Es un ejemplo del escritor puro, característico del
ideal novecentista del individuo entregado de lleno a su destino de artista.
Pueden distinguirse dos etapas en su producción:
a) En la primera está todavía presente la influencia
modernista: ambientes enfermizos y decadentes, personajes abúlicos e
inadaptados, atmósfera sensual, tono melancólico... La más notable de sus
novelas es Las cerezas del cementerio.
b) En su segunda etapa, Miró encuentra su estilo personal en
una prosa elaboradísima, que busca la perfección formal, y en la que lo
importante son las prolijas descripciones de sensaciones y ambientes, a las que
sirve de marco una acción mínima. Todo ello se observa en sus novelas más
ambiciosas, Nuestro Padre San Daniel y
El obispo leproso. Ambas tienen continuidad argumental y
retratan el ambiente sórdido y opresivo de la ciudad de Oleza (Orihuela).
3. RAMÓN
PÉREZ DE AYALA
Sus primeras cuatro
novelas, Tinieblas en las cumbres,
A.M.D.G., La pata de la raposa, Troteras y danzaderas, tienen un
fuerte contenido autobiográfico: retratan la crisis de conciencia del
protagonista. Técnicamente, sin embargo, estas narraciones están próximas a la
novela realista.
Distintas son las novelas que escribe en la década de
los 20, Belarmino y Apolonio, y dos novelas dobles Luna de miel, luna de hiel y Los trabajos de Urbano y Simona,
por un lado, y Tigre Juan y El
curandero de su honra, por otro. Se trata de novelas intelectuales en
las que se adelgaza la acción porque lo importante son las reflexiones sobre
los temas más diversos (filosofía, psicología, estética, política, moral...).
4. RAMÓN
GÓMEZ DE LA SERNA
Fue pionero en la
introducción de las vanguardias en España y escribió, además, una nutridísima
obra literaria: ensayos, biografías, narraciones cortas, novelas, obras de
teatro... Pero lo más característico de su producción son las greguerías,
imágenes lírico-humorísticas que, de modo ingenioso, establecen relaciones
insólitas y faltas de lógica entre dos objetos o conceptos. El propio Ramón
definió las greguerías como "metáfora+humor",
pero los procedimientos técnicos mediante los que las construye son muy
variados: paranomasias, retruécanos, parodias de frases hechas, antítesis,
paradojas, dilogías...Hay que vincular la greguería a la libertad imaginativa
de la vanguardia, que busca relaciones insospechadas entre los objetos. Las
greguerías se publicaron en distintos volúmenes a partir de 1917, y salpican,
además, otros libros de autor, con lo que se convierten en un ingrediente
básico de su prosa.
Como dramaturgo, Ramón intentó en su juventud
participar en la renovación del anquilosado teatro español con casi una
veintena de piezas originales. Escribió también numerosas biografías, así como
un interesante libro de memorias, Automoribundia. Sus ensayos son
también abundantísimos: El Rastro, Pombo, El Rastro...Pero quizás lo más
interesante de la producción literaria de Gómez de la Serna son sus novelas, La
viuda blanca y negra, Cinelandia, La quinta de Palmyra, El novelista, El torero
Caracho.
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