sábado, 31 de enero de 2015

TEMA: NOVECENTISMO VANGUARDIAS



1. CONTEXTO HISTÓRICO-LITERARIO 

     La civilización liberal se derrumba con la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Europa se hunde en una depresión económica que propicia el auge del fascismo; en cambio, los EEUU experimenta un crecimiento económico que le permitirá situarse como la primera potencia mundial. En 1917, estalla la revolución bolchevique de Rusia: el objetivo era la revolución socialista mundial. Se funda la III Internacional.
   Durante la Primera Guerra Mundial, España se mantuvo neutral. Pese a los beneficios empresariales obtenidos gracias a dicha neutralidad, la población se empobreció y se intensificó la lucha de clases, lo que culminó en la huelga general de 1917. En Barcelona, grupos anarquistas pasaron a la acción directa y organizaron atentados, a lo que respondió la patronal con bandas de pistoleros a sueldo. En 1920 se fundó el Partido Comunista de España. A esta tensión social se añadieron las consecuencias del anacrónico colonialismo español en el norte de África. Con el golpe militar de Primo de Rivera, en 1923, termina la Restauración  

2. LAS VANGUARDIAS 

    Los diferentes movimientos vanguardistas se suceden en Europa a un ritmo vertiginoso. Es un rasgo general de las vanguardias la voluntad de experimentación, de desarrollar un arte nuevo, así como su hostilidad hacia la tradición y la negación de todo valor al pasado artístico. Reaccionan, en particular, contra la sensibilidad romántica, pues hacen gala de un marcado antisentimentalismo. Los vanguardistas son provocadores: desprecian al gran público y a la burguesía, a la que buscan escandalizar con sus actitudes insolentes y agresivas.
  Las diversas vanguardias suelen darse a conocer en las revistas literarias mediante proclamas o manifiestos, en los que atacan lo que consideran el arte oficial y defienden sus nuevas propuestas estéticas.

2.1. EL EXPRESIONISMO

     Se distingue del resto de los movimientos vanguardistas en que no niega la tradición artística, sino que acentúa los rasgos ya existentes en el Naturalismo y en el Impresionismo. Su estética rechaza que el arte sea una mera representación externa de la realidad, porque ha de revelar la realidad interior, para lo cual se resaltan hasta la deformación aquellos aspectos que expresan mejor las características físicas o psicológicas de lo que se describe.
   En Alemania y en los países centroeuropeos y nórdicos es donde el Expresionismo se desarrolla con mayor vigor. Algunos nombres de escritores expresionistas que merecen destacarse son; Georg Trakl, Franz Werfel, Alfred Döblin, Georg Kaiser, y, especialmente, Kafka. La influencia del expresionismo será decisiva en la obra de los dramaturgos Valle Inclán y Bertolt Brecht.

2. 2. EL FUTURISMO

      El primer manifiesto futurista (1909) fue obra del italiano Filippo Tommaso Marinetti. La exaltación de la acción y de la violencia y el repudio del sentimentalismo revelan la influencia de Nietzsche. Estas ideas, su entusiasmo por la guerra y su nacionalismo, explican que Marinetti y otros futuristas terminaran identificándose ideológicamente con el fascismo. Por el contrario, los futuristas rusos se incorporan a la revolución bolchevique, en la que ven la concreción social de sus ideales estéticos revolucionarios. El más importante de todos ellos es Vladimir Maiakovski.  
  Como aportación literaria del Futurismo, debe insistirse en que abre camino a los sucesivos movimientos vanguardistas, propone liberar el lenguaje de ataduras y cambia toda una mitología literaria al sustituir los objetos consagrados por la tradición como expresión de la belleza por nuevos motivos extraídos de la vida moderna: el automóvil, el avión, las locomotoras, las fábricas, la luz eléctrica, los deportes, etc.

2. 3. EL CUBISMO

     La literatura cubista debe muchas de sus características a la pintura: fragmentación de la realidad para reelaborarla creativamente, superposición o yuxtaposición de planos, desdoblamiento del punto de vista... Los escritores cubistas atienden a los aspectos visuales de los textos: tipos de letra, especial disposición tipográfica de los versos... El caso extremo de imbricación entre literatura y pintura lo constituyen los caligramas de Apollinaire, en los que las letras del texto forman un dibujo alusivo al contenido del mismo.

2.4. EL DADAÍSMO

   Surge en Zurich cuando un grupo de emigrados organizan en el Cabaret Voltaire unas veladas de aniquilación estética, en las que componen poemas con palabras escogidas al azar o recitan al unísono sartas de sílabas sin sentido. El principal animador del grupo es el escritor Tristan Tzara.
  Algunas características del dadaísmo son: propensión al absurdo, exaltación de lo ilógico y azaroso, regreso a la pureza infantil, búsqueda del primitivismo. En un mundo dominado por la guerra y la destrucción, los dadaístas recurren a la incoherencia absurda como modo de repulsa de la situación. Atacan los principios de la razón, que habían dado lugar a la guerra: en adelante, cualquier cosa puede ser una obra de arte, porque lo importante es el acto de crearla o concebirla. Junto a Tzara, destaca Francis Picabia. 

2.5. EL SURREALISMO. LA REHUMANIZACIÓN DE LAS VANGUARDIAS

    De los rescoldos del Dadaísmo nació, en los primeros años 20, un nuevo movimiento vanguardista, denominado originalmente en francés Surréalisme. El Surrealismo tuvo por principal impulsor al escritor francés André Breton, quien redactó el primer manifiesto en 1924.
   El interés por el subconsciente, por los sueños y por los aspectos del pensamiento humano no sometidos a la lógica y a la razón está relacionado con el conocimiento de las teorías de Freud y la doctrina del psicoanálisis. La obra de arte debe ser, así, el lugar donde aflore todo aquello que, reprimido por las normas morales o sociales, se encuentra oculto en el interior de las conciencias.
   Para conseguir un lenguaje en libertad, Breton propone la escritura automática. El automatismo expresivo (apenas puesto en práctica de forma absoluta,  salvo en determinadas condiciones, como cuando se alcanza un estado de trance a través de la hipnosis o bajo la influencia de las drogas) tiene como consecuencia cierta renovación estilística al dar entrada a asociaciones insólitas de palabras, imágenes oníricas y visionarias, sorprendentes metáforas, relaciones inadvertidas entre las cosas y los seres, además de abrir el camino a nuevos temas, como el mundo de los sueños y de la imaginación, la atracción por todo lo inquietante y misterioso, la fascinación ante objetos extraños y seres enigmáticos, el gusto por la magia y por los fetiches más insólitos, etc.
  Junto con Breton, otros escritores, también franceses, que se encuentran entre los principales valedores iniciales de Surrealismo son Paul Éluard, Louis Aragon y Antonin Artaud.
   El Surrealismo contribuyó a la rehumanización de las vanguardias al poner el acento sobre aspectos como el compromiso social o la revolución moral. 

3. NOVECENTISMO  

  Se conoce como Novecentismo el movimiento cultural que, en la segunda década del siglo XX, se opone a cuanto se considera propio del ochocientos

   La decadencia del Modernismo es patente: las nuevas revistas literarias preconizan una literatura diferente que dé cauce a las nuevas inquietudes intelectuales. Una de estas revistas, la Revista de Occidente, fundada por Ortega y Gasset en 1923, se convirtió en el órgano de expresión de la nueva intelectualidad: los escritores ya no son bohemios que se ganan la vida con sus artículos periodísticos, sino profesionales (filósofos, científicos, filólogos, juristas...) sólidamente formados, titulados universitarios, muchos de los cuales han seguido estudios en el extranjero gracias a la actividad de la Junta de Ampliación de Estudios o del Centro de Estudios Históricos. Estos orígenes explican muchas de las características del Novecentismo: 

a) Racionalismo
b) Antirromanticismo
c) Defensa del arte puro 
d) Aristocratismo intelectual
e) Estilo cuidado

  El papel de los escritores novecentistas no se circunscribe a la actividad intelectual o artística, sino que pretenden también influir en la realidad española de su tiempo, participando en la vida política e identificándose con los ideales de libertad, cultura y progreso. Se consideran europeístas

1. JOSÉ ORTEGA Y GASSET

   Se convirtió en la imagen del intelectual de referencia durante varios lustros. Entre sus numerosos ensayos cabe destacar Meditaciones del Quijote, España invertebrada, El tema de nuestro tiempo, Ideas sobre la novela, La deshumanización del arte y La rebelión de las masas.
   En La deshumanización del arte realiza un análisis sociológico del arte de vanguardia. Para él el arte nuevo "divide al público en estas dos clases de hombres: los que lo entienden y los que no lo entienden". Eso explica el carácter minoritario y antipopular del arte nuevo y, por tanto, que cuente con el rechazo de la masa. Es un arte hermético, intelectual, antirromántico y antirrealista. Debe ser un arte puro alejado de la psicología, de la sociología, de la vida y de las experiencias personales. En este proceso de pureza y deshumanización, el principal recurso del poeta es la metáfora, puesto que supone siempre una desrealización. Al alejarse de la realidad, el arte se convierte en un juego intrascendente que causa placer por sí mismo.

2. GABRIEL MIRÓ     
                                                    
  Es un ejemplo del escritor puro, característico del ideal novecentista del individuo entregado de lleno a su destino de artista. Pueden distinguirse dos etapas en su producción:
a) En la primera está todavía presente la influencia modernista: ambientes enfermizos y decadentes, personajes abúlicos e inadaptados, atmósfera sensual, tono melancólico... La más notable de sus novelas es Las cerezas del cementerio.
b) En su segunda etapa, Miró encuentra su estilo personal en una prosa elaboradísima, que busca la perfección formal, y en la que lo importante son las prolijas descripciones de sensaciones y ambientes, a las que sirve de marco una acción mínima. Todo ello se observa en sus novelas más ambiciosas, Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso. Ambas tienen continuidad argumental y retratan el ambiente sórdido y opresivo de la ciudad de Oleza (Orihuela).

3. RAMÓN PÉREZ DE AYALA
 
    Sus primeras cuatro novelas, Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G., La pata de la raposa, Troteras y danzaderas, tienen un fuerte contenido autobiográfico: retratan la crisis de conciencia del protagonista. Técnicamente, sin embargo, estas narraciones están próximas a la novela realista.
  Distintas son las novelas que escribe en la década de los 20, Belarmino y Apolonio, y dos novelas dobles Luna de miel, luna de hiel y Los trabajos de Urbano y Simona, por un lado, y Tigre Juan y El curandero de su honra, por otro. Se trata de novelas intelectuales en las que se adelgaza la acción porque lo importante son las reflexiones sobre los temas más diversos (filosofía, psicología, estética, política, moral...).



4. RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA

    Fue pionero en la introducción de las vanguardias en España y escribió, además, una nutridísima obra literaria: ensayos, biografías, narraciones cortas, novelas, obras de teatro... Pero lo más característico de su producción son las greguerías, imágenes lírico-humorísticas que, de modo ingenioso, establecen relaciones insólitas y faltas de lógica entre dos objetos o conceptos. El propio Ramón definió las greguerías como "metáfora+humor", pero los procedimientos técnicos mediante los que las construye son muy variados: paranomasias, retruécanos, parodias de frases hechas, antítesis, paradojas, dilogías...Hay que vincular la greguería a la libertad imaginativa de la vanguardia, que busca relaciones insospechadas entre los objetos. Las greguerías se publicaron en distintos volúmenes a partir de 1917, y salpican, además, otros libros de autor, con lo que se convierten en un ingrediente básico de su prosa.
  Como dramaturgo, Ramón intentó en su juventud participar en la renovación del anquilosado teatro español con casi una veintena de piezas originales. Escribió también numerosas biografías, así como un interesante libro de memorias, Automoribundia. Sus ensayos son también abundantísimos: El Rastro, Pombo, El Rastro...Pero quizás lo más interesante de la producción literaria de Gómez de la Serna son sus novelas, La viuda blanca y negra, Cinelandia, La quinta de Palmyra, El novelista, El torero Caracho.

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